Estoy soñando que soy una
mujer y me he casado joven, tengo 4 hijos y soy feliz. Mi esposo ha cambiado de
trabajo, decido invitar a cenar a su nuevo jefe…toca el timbre y al abrir la
puerta lo veo, sé que es él. Nuestras miradas se cruzan y nuestros corazones
laten al mismo compás. Me siento incapaz de hablar, ni siquiera de mantener la
mirada. Me siento profundamente triste… ¿cómo puedo añorar a alguien que acabo
de conocer?, ¿cómo puedo saber que es un amor más allá del tiempo y del
espacio? Pasan los días, los meses, intento no pensar en él, vivo una vida
tranquila, un día recibo su carta… Me dice que me recuerda de otra vida, pero
sabe que lo nuestro no será nunca una posibilidad, se muda al otro lado del
mundo para dejarme ser feliz…luego despierto.
En uno de los sueños yo era
una niña de 10 años, estaba enferma, al verme en el espejo vi unos bucles
largos y oscuros que enmarcaban mi rostro, mis ojos eran verdes y mis labios
delgados, me veía deshidratada y amarilla,
mi doctor de cabecera estaba fuera de la ciudad, por lo que mis padres
llamaron a un viejo doctor que les habían recomendado. Apenas puedo mantener
los ojos abiertos, siento como si fuera a morir, abro los ojos y él está frente
a mí, a pesar de ser un anciano, mi corazón da un vuelco, sus ojos oscuros me
recuerdan a alguien, siento como si lo conociera, veo en sus ojos a un ser
amado, pero soy una niña y no lo entiendo. Me pone compresas en la frente, me
da un medicamento, vela por mi toda la noche, me siento protegida…escucho entre
sueños que me habla con una profunda tristeza, dice algo sobre lo tarde que
llegue en esta vida. A los pocos días de mi alivio, me entero por mis padres
que el doctor ha muerto, algo le pasó a su corazón. Siento una profunda pena, y
no lo comprendo, apenas lo llegue a conocer, pero es un dolor que persiste por
años…despierto.
Ahora es una pesadilla, soy
un hombre cuya fuerza ha menguado, estoy en un desierto en medio de la nada,
apenas tengo fuerzas para seguir avanzando, he recorrido casi todo el mundo
buscándola, sigo sin encontrarla… ¿a quién busco? No lo sé, pero cuándo la
encuentre mi corazón se llenará de júbilo. Me desmayo al llegar a un oasis,
siento que estoy muriendo…alguien se acerca a darme agua, es ella!!! En sus
ojos leo el amor que tanto he añorado, resulta increíble que ames a un
desconocido, pero ella y yo somos uno en el infinito. Escucho su llanto y sé
que sufre por haberme encontrado en esta situación. Muero con un profundo
dolor, para despertar en otra vida…
Abro los ojos, tengo 38
años, ha llegado una nueva compañera de trabajo, creo que es linda, simpática y
me entero que también es casada. Cada día descubro algo nuevo en ella, la
calidez de su mirada, su sonrisa de lado…tiene muchas cualidades pero percibo
su dolor, ella no es feliz. Surge una amistad que avanza con los años, me
brinda su corazón a manos llenas y le aseguro que podrá contar conmigo siempre.
Ahora caigo en cuenta de que la amo, pero sigue siendo imposible, igual que en
los sueños y vidas anteriores. Lo único que puedo hacer es prometerle que la
buscaré eternamente hasta por debajo de las piedras, haré todo lo posible por
estar con ella…
Oigo el despertador, y al
abrir los ojos entiendo que esto es la realidad, él está a mi lado, mi corazón
se alegra, acaricio su cara, paso mis dedos por sus oscuras cejas, lo incomodo
para despertarlo…sus ojos oscuros y adormilados sonríen, se acerca a mí y
siento sus labios carnosos presionar los míos como si la vida se le fuera en
ello. El beso más dulce y sincero jamás
dado, sus manos me recorren y me siento plena, doy gracias a Dios por haberlo
encontrado…después de tantas vidas, estamos juntos!
Escrito por Claudia Liz Flores
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